Por muy poca vinculación que tengas con tu banco de toda la vida, siempre tendrás que hacer frente a una serie de gastos, y que sin ser muy cuantiosos, sí que afectarán al saldo que presente en tu cuenta corriente. Y a medida que sean más los productos contratados (tarjetas, cuentas, créditos, hipotecas, etc.) se multiplicarán hasta jugar en contra de tus intereses. De todas formas, siempre dispondrás de ciertas estrategias para contenerlos, y hasta en el mejor de los casos, liberarte de ellos para siempre.
Para conseguir estos anhelados objetivos, no tendrás más remedio que acudir a las ofertas y promociones que vienen desarrollando con regularidad la mayoría de las entidades financieras. Su programa estrella es eliminarte las comisiones desde el principio, pero hay otros formatos más agresivos que hasta te permiten recuperar una pequeña parte de los gastos generados desde tus recibos domésticos (agua, luz, gas, etc.). Ya solamente ye quedará identificarlos para emprender una política de ahorro en tus relaciones bancarias.
Elimiar gastos: cuentas sin comisiones
Puedes suscribir muchas de las cuentas comercializadas completamente exenta de comisiones, y con las que incluso podrás contratar otros productos. Entre ellos tarjetas de crédito o débito, seguros o servicios de domiciliación de documentos, sin asumir ningún desembolso en su gestión y mantenimiento. Además, estarás en disposición de solicitar créditos bajo márgenes comerciales más favorables para tus intereses como cliente.
Utilizando los canales online
Si eres de las personas que realizas las principales operaciones bancarias por Internet, enhorabuena, porque a partir de ahora los gastos serán menos elevados. En los depósitos, porque el rendimiento de tus ahorros crecerá, mientras en los préstamos concedidos se moverán bajo tipos de interés más competitivos. En ambos casos, mucho de este ahorro irá a parar a tu bolsillo para que puedas destinarlos a otras finalidades.
Y finalmente hasta recibir dinero en metálico
La agresividad de las ofertas bancarias llega a un punto en donde por el mero hecho de domiciliar tus facturas domésticas, no solamente cortarás de raíz el abono de molestas comisiones. Sino que sencillamente te devolverán parte del importe de estos recibos. No es que sea mucho, pero al menos tendrás unas rebajas en estos gastos básicos en el hogar, de entre el 1% y 5%. Y que en muchos casos te ayudará a contener el incremento de las tarifas de los suministros de estos servicios.