Si hay un valor caliente en estos momentos en la bolsa española, ese no es otro que Sniace. Después que hace unas semanas volviese a cotizar en el parqué madrileño, sus títulos se han revalorizado en torno al 150%. Si han leído bien, con tres dígitos, y algo no muy frecuente en los mercados de renta variable. Pasando de un precio de 0,18 euros a bordear la barrera de 0,60. No es de extrañar que ante la espectacular y vertical subida en su cotización, sean muchos los pequeños inversores, como puede ser en tu caso, que hayan vuelto sus miraras a esta pequeña empresa del sector químico, para rentabilizar sus ahorros.
No obstante, debes abstenerte por el momento de tomar posiciones en esta compañía española. Los riesgos que conlleva la contratación de sus acciones son enormes, y hasta cabe la posibilidad que pueda generarse un movimiento de la misma intensidad, pero en sentido contrario. Seguramente que estos tres claves te darán argumentos más que suficientes como para mantenerte al margen de su evolución en las próximas sesiones bursátiles.
CNMV: alerta sobre los riesgos de Sniace
La Comisión Nacional del Mercado de Valores, y a través de una nota informativa, advierte sobre la especial situación de la compañía, así como una serie de advertencias sobre el riesgo de realizar operaciones en este valor. Que por otra parte ha estado son cotizar durante algo más de dos años, tras quedar suspendida de cotización.
Niveles de sobrecompra tremendamente altos
Tras una subida de estas características, nada frecuente, ha llegado a generar unos niveles de sobrecompra casi nunca vistos en las plazas de renta variable. Normalmente uno de sus principales efectos será una corrección muy severa en sus precios hasta que los niveles entre la oferta y la demanda se estabilicen. Pero en cualquier caso, no es un buen escenario de partida para realizar compras en el valor.
Pendientes de una ampliación de capital
La empresa siderúrgica ha comunicado que llevará a cabo en los próximos meses una ampliación de capital para dotarse de liquidez en los mercados. Este tipo de operaciones casi nunca son bien recibidas por los inversores, que suelen deshacerse de sus posiciones. Además, conlleva un proceso de dilución en el precio de sus acciones. ¿Qué significa? Pues sencillamente que valdrán menos al haber más títulos en el mercado. ¿Te parecen suficientes razones como para no comprar sus acciones?