
En cualquier caso, esta clase de demandantes necesitan de un crédito hipotecario a partir de unos ingresos mínimos desde 600 euros. Y que conlleven los plazos de amortización más longevos del mercado. Para a partir de estas características, alargar la devolución de las hipotecas y mantener unas cuotas mensuales más ajustadas a sus necesidades reales. Beneficiándose, en todas las situaciones, de unos diferenciales más competitivos como consecuencia del descenso histórico del Euribor, el índice al que están referenciadas el 91% de la hipotecas, según los últimos datos facilitados por el Instituto Nacional de Estadística.
Hipotecas sin comisiones
Cumpliendo con estos requisitos básicos, algunos bancos han elaborado sus hipotecas inmobiliarias para que puedan ser suscritas por los trabajadores mileuristas, como puede ser en tu caso. Una de ellas es la Hipoteca Naranja de ING Direct, que está destinada para los salarios más bajos de los trabajadores. Está ligada al Euribor, desde un diferencial del 0,99%, y en todos los casos exenta de comisiones y sin cláusula suelo.
Otro formato que permite que realices el sueño de adquirir ese piso que tanto te gusta procede de la Hipoteca Mari Carmen, que está comercializada por Abanca. Aplica un tipo de interés fijo del 2,49%, que tendrá que abonarlo todos los meses y mientras no cierres la operación. Cuenta, por otra parte, con un plazo de amortización que alcanza los 30 años.
Vinculándote más con la entidad
La Caixa, por último, da una nueva oportunidad a los asalariados con ingresos mínimos de 600 euros para que consigan el piso deseado a través de la Hipoteca Bonificada. En este caso en concreto, bajo un tipo de interés que está vinculado al Euribor + 1,90%. Pero que sí te vinculas más con la entidad y contratas otros productos bancarios (seguros, planes de pensión o fondos de inversión), mejorarás sensiblemente los márgenes para su devolución.
