
Para ayudarte en esta tarea, no habrá más que remedio que informarte de los productos que puedes suscribir si deseas desarrollar esta singular estrategia en la inversión. Algunos serán completamente convencionales, pero otros seguramente que te llamen la atención por la originalidad de sus propuestas. En cualquier caso, podrás aprovecharte de la posible revalorización de este activo financiero a través de diferentes modelos de inversión.
Comprar acciones en los mercados bursátiles
Si no deseas alejarte de los mercados de renta variable, podrás tomar posiciones en aquellas compañías que estén vinculadas con el metal amarillo (mineras, extractoras, etc.) y coticen en las principales plazas de renta variable. No obstante, tendrás que salir fuera de nuestros mercados para formalizar estas compras. En los índices bursátiles nacionales no encontrarás empresas de estas características, mientras que el norteamericano o inglés te ofrecerán una serie de propuestas muy sugerentes.
A través de los fondos de inversión
Si no quieres complicarte excesivamente la vida, lo mejor que puedes hacer en estos momentos es decantarte por los fondos que incorporen a este activo financiero en su cartera de inversión. No exclusivamente, sino junto a otras propuestas inversoras, procedentes tanto de la renta fija como de la variable. Conseguirás, de esta forma, diversificar tu inversión, y hasta probablemente rentabilices mejor tus ahorros a través de esta estrategia que está abierta a todos los ahorradores.
Compra física de oro
Una última alternativa que dispones, y ciertamente original, consiste en la adquisición de lingotes de oro en el mercado financiero. Son operaciones muy fáciles de formalizar, y que te permiten adecuarte a tu perfil como inversor. No en vano, puedes hacerlas desde pequeñas cantidades a importes más exigentes. Con la seguridad que siempre podrás obtener un beneficio por la transacción.
