
Para que compruebes si son una clase de operaciones indicadas a tu perfil como inversor, estarás obligado a conocer algunas de las connotaciones que implica la importación de estas operaciones bursátiles tan especiales. No en vano, requieren de la presencia de unas pequeñas peculiaridades que son las que indicarán finalmente si debes adoptarlas. Para una vez analizadas, decidas en consecuencia si estás en condiciones para llevarlas a cabo como nueva estrategia en la inversión.
Bajo la volatilidad de los mercados
Para desarrollar las operaciones intradia deberás aprovechar la volatilidad de los mercados financieros. O dicho de otra forma, aprovecharte de las diferencias que se producen en las cotizaciones entre el precio máximo y mínimo de un activo financiero, que preferentemente será un valor de la renta variable. A partir de aquí tu finalidad consistirá en obtener el máximo provecho de estas diferencias en la cotización.
Obtención de ganancias rápidas
Por medio de esta estrategia conseguirás generar plusvalías en menor espacio de tiempo, siempre que se desarrollen conforme a tus planteamientos iniciales. No tendrás que esperar a otros plazos más largos para recibir en tu cuenta corriente el resultado de tus operaciones. Aunque con el riesgo que la operación no te salga bien, y tengas que demorar la venta a otras sesiones bursátiles posteriores.
Intradia: ajustar los precios de compra
Una de las claves para realizar con éxito las operaciones intradia reside en ajustar al máximo tu entrada en la bolsa. Será determinante para que el nivel de revalorización sea más satisfactorio para tus intereses. Y si por cualquier circunstancia, compruebas que no se cumplen los niveles deseados, no te tendrás más remedio que cancelar la operación y posponerla a otro día en que se dé el escenario más favorable para impulsar estos movimientos en la bolsa.
