Si estas estudiante una carrera universitaria, seguramente que estés en la necesidad de sufragar algunos de los principales gastos académicos. No solamente para abonar la matrícula, sino para ampliar tu formación con otros estudios especializados (master, cursos postgrado, etc.). O incluso para satisfacer tu estancia en el extranjero por los intercambios culturales. Ante esta demanda, se te abren las puertas para contar con la financiación necesaria para conseguir estos objetivos, y en buena parte de las propuestas de forma muy satisfactoria para tus intereses personales. No en vano, prácticamente la totalidad del sector bancario ha confeccionado una amplia gama de líneas de crédito que te ayudarán a realizar tus estudios universitarios, y con muchas ventajas con respecto a otro créditos destinados a otros segmentos de la sociedad, que será conveniente que conozcas.
Tipos de interés más competitivos
El interés de estos créditos está comercializado bajo márgenes más favorables para tus intereses, ya que raramente superan la barrera del 8%. Y con mayores facilidades para su concesión, en donde solamente tendrás que acreditar el curso o formación que vas a realizar. Con una amplia gama de finalidades, en donde tampoco falta los viajes para aprender idiomas en el extranjero. Aunque no se traten de créditos blandos, son los más competitivos que puedes encontrarte en la actual oferta bancaria.
Créditos con períodos de carencia
Una de las características de los créditos destinadas a la formación de los jóvenes es que, a diferencia de otros más generales, cuentan con un período de carencia al principio. Para que puedas asumir las cuotas mensuales en mejor disposición, ya que abarcan un período que va de 3 a 12 meses, en función de la vía de financiación que hayas elegido. Raramente lo encontrarás en otras financiaciones.
Otras facilidades en su contratación
Si piensas que ya no te reportarán más ventajas, estás completamente equivocado en tu diagnóstico. Algunos modelos impulsan una estrategia muy original que se basa en abonar estos adelantos cuando hayas terminado la formación académica, para facilitarte la posibilidad que puedas amortizarlo cuando tengas un empleo. Otros, por el contrario, inciden en desarrollarlos sin ninguna clase de comisiones y gastos en su gestión. Y por último, con un plazo de amortización que es muy flexible, en función del perfil de cliente que presentes en la solicitud.