Las ordenes stop loss te serán muy familiares por las veces que las hayas leído en los medios de comunicación especializados. Pero quizás no sepas cuál es su utilidad real. Pues bien, es un mandato que puedes acompañar a tus ventas en la bolsa. ¿Con que objetivos? Para que limites las pérdidas que puedan generarse en tus operaciones. De esta forma, estarás protegiendo tus posiciones, asumiendo un riesgo máximo. Con la finalidad de no perder mucho dinero en estas situaciones. Además, no te supondrá ningún desembolso monetario al ejecutarlas. Sino que la tienes disponible a través del banco con que operes en la renta variable.
Stop loss: perderás menos dinero
La stop loss te ayudará a que asumir solo aquellas minusvalías que puedes soportar. Con porcentajes que pueden ser del 2%, 4% o 5%, en función del perfil que presentes como inversor. De esta forma, tú mismo ordenas el límite en el precio en donde se efectúa la venta. Antes que puedan generarse más pérdidas a través de caídas más profundas. Siendo de gran utilidad en los escenarios más negativos en las bolsas. Hasta en jornadas en donde las correcciones son muy verticales y pueden elevarse hasta porcentajes pocos habituales en otras sesiones bursátiles.
En operaciones a corto plazo
Están especialmente indicadas para los movimientos que desarrolles en el más corto plazo. También cuando puede suponer un grave problema en tu situación. Y por cualquier motivo no estás en condiciones de afrontar graves agujeros en el saldo de tu cuenta corriente. Puedes aplicarla para un solo día o para periodos más expansivos. De todas formas, no es una orden para que la utilices con mucha frecuencia, sino tan solo en situaciones más bien puntuales. No en vano, evitarás desplomes en tu cuenta corriente. Bajo los niveles que consideres más oportunos. En cualquier caso, dependerá de la propia situación del mercado y del valor elegido.