Seguramente estés acostumbrado a operar en la bolsa a través de la tradicional compra y venta acciones, tal y como hacían tus padres hace ya muchos años. Pero están apareciendo nuevos productos, más sofisticados y con evidentes riesgos, que han revolucionado los mercados financieros. Puedes ganar mucho más dinero, pero al mismo tiempo las pérdidas pueden afectarte severamente al saldo de tu cuenta corriente.
Son productos financieros que han sido diseñados para ampliar tus expectativas en la inversión. Son altamente complejos, y hasta puede que ni los comprendas como debieras, en especial si vas a operar con ellos en los próximos días. Destacan por el excesivo riesgo que asumes al abrir posiciones, ya que llevan incorporada una volatilidad extrema en sus movimientos diarios. ¿Quieres conocer tres de ellos? Pues atento, por si alguno de ellos cumple con tus necesidades para rentabilizar los ahorros.
Productos: warrants
El warrant es un producto derivado, que proporciona el derecho, pero no la obligación de comprar o vender un activo subyacente. Este puede ser una acción de bolsa, pero también derivados de otros mercados financieros (divisas, metales preciosos, materias primas, etc.). Como consecuencia de esta actuación, si decides comprarlo se denominará call warrant, y por el contrario, venderlo como put warrant. Requiere de un conocimiento de su mecánica para que puedas operar correctamente con este producto financiero.
Venta a crédito
Si tienes la idea que un valor va a bajar en las próximas sesiones bursátiles tienes en este modelo para la inversión de los diseños más adecuados para rentabilizar la operación. No en vano, la venta al descubierto te permite aceptar el movimiento contrario, es decir a la baja. Y mientras más se deprecien las acciones, mejor será para tus intereses como inversor. Solamente deberás tener la seguridad que esta tendencia se hará efectiva en las próximas semanas. Con graves riesgos si no se cumplen las expectativas.
Futuros financieros
Puede que d todos los productos sea el más complejo. Se trata de un acuerdo que obliga a las dos partes a comprar o vender un número de valores bursátiles, aunque también pueden ser otros activos financieros, en una fecha próxima, pero siempre con un precio establecido previamente. Te da la oportunidad de lograr potentes plusvalías, pero si su evolución no se desarrolla como esperabas, no dudes que perderás mucho dinero, más de que te imaginas.