No cabe duda que hay una buena parte de los pequeños y medianos inversores que priorizan la seguridad por encima de la rentabilidad que puedan conseguir en sus operaciones en los mercados de renta variable. ¿Eres tu una de esas personas? Porque si es así, no te valdrán todos los valores que cotizan. Sino que deberás de elegir entre algunos de ellos que aportan esta característica tan especial. Están muy bien definidos y no te será excesivamente complicado detectarlos a partir de estos momentos. Tal y como podrás comprobar a continuación.
Valores seguros: sectores estables
Los segmentos empresariales que generen beneficios de una forma regular y no esporádica serán los más propensos para que conformes una cartera de inversión equilibrada y diversificada. Algunos de los que cumplen con estos objetivos están integrados en las eléctricas, autopistas o alimentación, por citar solamente algunos ejemplos. Además, es una estrategia muy eficaz para lograr un alto rendimiento por dividendo. Ofrecen una rentabilidad por este concepto que va del 3% al 7%. Como consecuencia de ello, puedes conformar una renta fija dentro de la variable, independientemente de cómo cotizan sus valores en la bolsa.
Empresas sólidamente consolidas
Otra de las formas que tienes para conformar una cartera de valores estable es dirigiéndote a las empresas que tengan un mejor balance en sus cuentas. Será una de las mejores maneras que tengas para proteger tu patrimonio. Con mucha seguridad no te harás millonarios a través de esta estrategia. Pero en cambio no sufrirás graves pérdidas en las operaciones que presentes en los mercados financieros. Con líneas de negocio estables y cuyos productos o servicios muestran un gran interés por parte de los consumidores. En cualquier bolsa del mundo podrás encontrar esta clase de propuestas para la inversión.
Buscando otros activos financieros
No hace falta que te posiciones en la bolsa para encontrar valores seguros. A través de otros activos financieros podrás satisfacer este deseo con la misma eficacia. Uno de estos está representado como ninguno por el oro. Hasta el punto que es muy rentable incluso en los momentos más desfavorables para los mercados financieros. No en vano, es proclive para recibir las aportaciones de los grandes capitales. Con un importante potencial de revalorización en ciertas situaciones. Aunque para ello tendrás que acudir a los mercados alternativos para su contratación. O en su defecto por medio de fondos de inversión basados en este metal precioso.