Si eres pequeño inversor estarás muy habituado a las ampliaciones de capital que vienen desarrollando algunas empresas que cotizan en los mercados de renta variable. Para acudir a uno de estos movimientos corporativos no tendrás otro requisito que ser accionista. Y de esta forma estarás en condiciones de suscribir las nuevas acciones, con las que se potencie tu figura como inversor. Para que la operación sea favorable para tus intereses, será imprescindible que compruebes cuál es la característica de la ampliación de capital en curso. No todas son de la misma naturaleza. Y en función de ellas, serán más aptas para que las suscribas, y hasta puede que la rentabilices de la mejor manera.
No hay una única clase de ampliación, ya que puede ser liberadas, o a la par, que serán las que dictaminen la conveniencia o no de su formalización. En cualquiera de los casos, cuando se desarrollen, se generará un efecto de dilución. ¿Qué significa? Pues muy sencillo, que al haber más títulos en el mercado, el valor de cada acción vale menos. No olvides que en el mundo financiero nadie regala nada, ni mucho menos las empresas. Se trata de un recurso que utilizan para captar fondos para impulsar a sus líneas de negocio.
Ampliación de capital gratuita
La forma más favorable para tus intereses de acudir a una ampliación de capital es cuando esta es liberada. Significa que corre a cargo de los beneficios de la empresa, y por tanto no te costará absolutamente nada suscribir las nuevas acciones. Recibirás tanto derechos como acciones tengas en su cartera de inversión, que posteriormente podrás canjearlas por nuevas acciones de la compañía cotizada. De esta forma, cuando empiecen a cotizar en los mercados dispondrás de un mayor número de títulos, y por tanto con un mayor potencial para revalorizarse.
Nuevas acciones a la par
Este es otro de los escenarios que puedes encontrarte en una ampliación. Menos ventajosos para ti, debido a que si deseas acudir a esta operación bursátil, no tendrás remedio que asumir un precio por la compra de las nuevas acciones. Es cierto que generalmente se formalizan bajo niveles más competitivos, pero necesitarás hacer un esfuerzo económico para aceptar esta propuesta que te hacen desde la empresa de las eres accionista minorista. Y en donde puede que no tengas la punta de liquidez necesaria para desarrollarla.