Con la crisis de deuda soberana que tantos problemas están originando a la economía actual, es frecuente leer en la prensa económica un término inglés conocido como “default”. ¿Qué es y que significa que un país haga default?
Default es el término anglosajón para referirse a la suspensión de pagos. Otras veces también se le suele llamar reestructuración de deuda.La suspensión de pagos ocurre cuando la persona que debe (por ejemplo, un país o un banco) no puede pagar todas sus deudas a los que le han prestado el dinero (los acreedores). Sin embargo, hay que destacar que la suspensión de pagos no es lo mismo que la quiebra. En la suspensión de pagos el deudor tiene un patrimonio mayor que sus deudas (el activo es mayor que el pasivo), pero ese patrimonio no es lo suficientemente líquido. En el caso de quiebra, las deudas son superiores a su patrimonio (el activo es menor que el pasivo) por lo que en este caso, mucha parte (o toda) de lo que se debe no se pagará nunca.
Pongamos un ejemplo de situación de suspensión de pagos. Imaginemos que una empresa compra una fabrica de 300.000€ que paga con 150.000€ de dinero propio de la empresa y con 150.000€ que le presta el banco. A los dos años, la empresa no ha generado beneficios y el banco le reclama los 150.000€ que le prestó.
Contablemente, el patrimonio de la empresa (la fábrica de 300.000€) es mayor que lo que le han prestado (150.000€), pero ese patrimonio no es líquido (No se dispone de los 300.000€ en efectivo, primero hay que vender la fábrica). En este caso, la empresa entraría en suspensión de pagos, es decir, retrasaría el pago del dinero del banco hasta que vendiese la fábrica y tuviese el dinero disponible para pagar su deuda.
Cuando un país entra en suspensión de pagos o default, está haciendo lo mismo que en el ejemplo de la empresa, retrasar el pago de sus deudas hasta que disponga de dinero en efectivo para poder pagarlas. En ocasiones, si la deuda es muy abultada, se negocia una default parcial, que consiste en dar por perdida una parte de la deuda para poder pagar el resto. Es lo que ha ocurrido por ejemplo en Grecia, donde parte de la deuda se ha dado por perdida para reducir el volumen de lo que debe el estado griego y permitir que pueda pagar el dinero restante.