¿Invertir tus ahorros en otras divisas? Como habrás podido comprobado en los últimos meses, los depósitos a plazo no pasan por su mejor momento. Ni mucho menos. Como consecuencia de la decisión del Banco Central Europeo (BCE) de abaratar el precio del dinero el rendimiento de estos productos bancarios es prácticamente nulo. Se mueve bajo unos márgenes completamente insatisfactorios para tus intereses como ahorrador, entre el 0,20% y 0,40%. Y dispones de pocas estrategias para mejorar su rentabilidad.
Una de ellas es contratar el depósito a otras divisas ajenas al euro (dólar norteamericano, libra esterlina, franco suizo, y hasta el yen japonés). Si su evolución es satisfactoria tendrás una pequeña recompensa a través del incremento de unas pocas décimas en el tipo de interés que recibirás a su vencimiento. No obstante, no es una operación nada sencilla porque conlleva unos inconvenientes que hasta pueden perjudicarte sensiblemente. Y que conviene que los conozcas en toda su intensidad para no llevarte una desagradable sorpresa.
Cambio de moneda
La primera diferencia con respecto a las imposiciones tradicionales es que necesitarás realizar un cambio de divisa para suscribir estos depósitos. A parte del trámite administrativo que tendrás que formalizar, te supondrá una pequeña comisión por llevar a cabo esta operación. Con tan poca rentabilidad como te ofrecen estos productos, puede que no sea muy rentable que asumas estos gastos que son necesarios.
Volatilidad en los mercados de divisas
Otro cambio que notarás es que la evolución de las divisas a la que has ligado el depósito sufre unas oscilaciones muy fuerte en sus precios. Como consecuencia de esta tendencia, puede ayudarte a mejorar el rendimiento de tus ahorros, pero también a generarte el efecto contrario, y tengan un peor comportamiento que las imposiciones convencionales vinculadas al euro. Sufren cambios continuos en la cotización de sus precios, especialmente en las monedas más volátiles. Con efectos realmente negativos para el rendimiento de estos productos para el ahorro.
Con plazos de permanencia más largos
Las propuestas que te proporcionarán los bancos son menores como consecuencia que presentan plazos de permanencia más expansivos. Generalmente no menores a doces meses, y que supondrá que tengas los ahorros inmovilizados durante mucho tiempo. Y en buena parte de las propuestas sin poderlos cancelar, ni parcial ni totalmente. Llegará un punto a que te plantes si realmente te merecerá la pena firmar esta operación para rentabilizar tus ahorros.