Los dividendos es la cantidad que las compañías que cotizan en bolsa retribuyen a sus accionistas como consecuencia de los beneficios generados a través de su actividad empresarial. Es uno de los factores por el que los pequeños inversores se deciden comprar acciones. Para obtener un rendimiento garantizado en base a esta estrategia comercial. Normalmente iba a parar a su cuenta corriente en la fecha de pago. Pero desde hace algunos años, este sistema ha cambiado sustancialmente. No en vano, se ha diseñado un modelo de dividendos flexibles, por el cual los ahorradores pueden optar por diferentes modalidades en su abono. En función de sus necesidades y de su perfil como inversor. ¿Deseas conocer cuáles son estos formatos?
Dividendos: pagos fijos en su fecha
Una de las alternativas a la que puedes acogerte es la que siempre ha existido. Cobrarás esta remuneración en el preciso momento en que se formalizan estos pagos. Irá a parar a tu cuenta directamente. Sin que tengas que dar ninguna orden o vender los derechos a precio de mercado. En cualquier caso, es un sistema que aún mantienen un buen número de empresas que han decidido optar por esta clase de remuneración.
Vender los derechos en el derecho
Pasa por ser otra de las opciones que tienes en estos momentos. Si no deseas cobrar los dividendos tendrás la posibilidad de poner en venta sus derechos a precio de mercado. De esta forma, la retribución podrá ser más elevada, o al contrario. Todo dependerá de las fluctuaciones del mercado. De todas formas, te permitirá disponer de este dinero rápidamente, aunque asumiendo el pago de sus correspondientes comisiones. No obstante, deberás comprobar si realmente te merece la pena optar por este sistema de retribución.
Reinvertirlo en nuevas acciones
La tercer opción que te permite, es que en vez de cobrar los dividendos, puedas reinvertir este importe en la inversión. Por medio de nuevas acciones. Este sistema de retribución es muy efectivo cuando se trata de valores que se encuentran en una tendencia alcista. Esto es así porque mejorar los márgenes de rentabilidad al tener en tu cartera de valores un mayor número de acciones. Se trata de una estrategia que está dirigida al medio y largo plazo. En concreto, es el procedimiento que utilizan algunos de los grandes valores de la bolsa española. Repsol, Santander, Telefónica o BBVA son algunas de las empresas que te ofrecen esta alternativa a estos pagos.