Los dividendos se han constituido en la fórmula que puedes utilizar para crear una renta fija dentro de la bolsa. Se trata de un pago por beneficios que las empresas que cotizan en los mercados financieros conceden a sus accionistas. En función de su política retributiva, generan unos rendimientos anuales que van del 2% y hasta el 8%. Esta retribución las recibirás todos los años, solamente por ser titular de sus acciones. Bien a través de un solo pago anual o de varios, y que van a parar a tu cuenta corriente en el preciso momento en que se hacen efectivos.
Mayor rentabilidad que la renta fija
Si bien están originados desde tu inversión en la renta variable, es uno de los rendimientos más competitivos que puedes encontrarte en estos momentos. Por encima de los productos destinados al ahorro (depósitos a plazo, pagarés bancarios, o incluso bonos). No en vano, todos ellos raramente proporcionan un interés superior al 1%, como consecuencia de la decisión del banco emisor europeo de abaratar el precio del dinero. Con la ventaja añadida en este caso, que podrás rentabilizar tu patrimonio a través de las plusvalías conseguidas en la cotización de las acciones en los mercados bursátiles.
¿Qué empresas reparten dividendos?
Llegados a este punto, puede que te interese esta propuesta de inversión, pero no sepas que compañías cotizadas los reparten, para beneficiarte de estos pagos. Desde luego las que obtienen beneficios, y entre ellas la gran mayoría de los integrantes del Ibex 35, el índice de referencia nacional. Son precisamente las eléctricas y energéticas (Repsol, Red Eléctrica, Endesa, Iberdrola, Gas Natural, etc.) quienes suministran los dividendos más atractivos del mercado, con un rendimiento anual por encima del 5%. Cuentan con una periodicidad de dos pagos anuales.
Otros sectores propensos a impulsar este pago entre los inversores son el financiero, servicios y telecomunicaciones, aunque bajo una menor intensidad que en el anterior grupo. Aunque en cualquier caso, y este es el aspecto más negativo sobre esta retribución, es que la nueva fiscalidad para dividendos, en vigor desde el pasado año, ha eliminado la exención de los primeros 1.500 euros cobrados. Y por lo tanto en tu próxima declaración de la renta tendrás que pagar desde el primer euro.