La figura de doble suelo es una de las más características de la bolsa y a la que esperan numerosos inversores para cerrar posiciones en los mercados financieros. Se forma cuando visita por segunda vez el soporte en donde se detuvieron las caídas. Tiene una inclinación claramente bajista, con muchos riesgos como podrás comprobar a continuación. Habitualmente los inversores cuando se forma esta figura aprovechan para abandonar posiciones en los valores que la presentan. Pero no siempre se desarrolla como prevén.
Doble suelo: detención de las depreciaciones
En el preciso momento en que se configura el doble suelo suele haber una reacción muy violenta a la baja en el precio de las acciones. De forma vertical y con una gran volumen de contratación. En donde las compras se rinden claramente sobre las ventas. Con unos niveles que favorecen la continuación de esta tendencia. Es una reacción muy agresiva que se produce en los mercados. Pero también muy frecuente ya que aparece muchas veces en los valores de las bolsas nacionales e internacionales. Tienes que tener un poco de sangre fría cada vez que emerge uno de estos movimientos en la bolsa. Para saber que actuaciones debes tomar.
Cuidado si se rebasan estos niveles
En cualquier caso, hay que tener especial cuidado con su aparición. Debido a que si no sirven para detener las caídas, puede implicar un efecto muy negativo sobre las acciones. Porque en efecto, es el detonante para que se continúen con los descensos, pero esta vez de una forma aún más violenta. Sin prácticamente soportes por debajo de esta cotización. En estos casos, no te quedará más remedio que deshacer posiciones rápidamente. No en vano, puedes perder mucho dinero en las operaciones. Con un potencial de pérdidas muy importante que puede llevar a tus acciones a niveles no vistos durante los últimos años.