En 1932 en la ciudad de Wörgl en Austria se produjo el primer caso de moneda local que se dio en el mundo, por decisión propia del alcalde de la ciudad, Michael Unterguggemberger. La ciudad de Wörgl en esa época se encontraba en una situación económica dramática. En este pequeño pueblo de 4.000 habitantes se daba un 30 % de desempleo, las inversiones en el pueblo estaban prácticamente paralizadas y además debido a la crisis mundial derivada del crack de 1929, el comercio internacional y la situación macroeconómica no mejoraban la situación.
La conclusión a la que llegó el gobierno local de Wörgl era que el estancamiento de la economía y las pocas transacciones comerciales que se daban en la ciudad eran culpables de la precaria situación económica de Wörgl.
Así, el ayuntamiento decidió emitir 32.000 billetes por su cuenta y riesgo. Estos billetes se caracterizaban porque en primer lugar solo se podría utilizar en la ciudad de Wörgl (convirtiéndose por tanto en la primera moneda local del mundo) y en segundo lugar, porque perdía un 1% de su valor mensualmente.
El funcionamiento que se planteó para que esos billetes perdiesen valor era muy sencillo. Los billetes para poder ser utilizados deberían ser sellados por la autoridad competente. Ese sellado se hacia cada mes y en él se ajustaba el nuevo valor que tenía el billete si no se había utilizado.
¿Qué significaba esto? Pues que los habitantes de Wörgl tenían un incentivo muy fuerte a gastar estos billetes ya que si no lo hacían perdían valor muy rápidamente. Con el paso del tiempo, el comercio se dinamizó, el dinero pasaba de manos muy rápidamente y las inversiones aumentaron.
Para potenciar la salida de la crisis, el alcalde creó nuevos empleos a los que se les pagaba en moneda local lo que impulsó a que esta moneda funcionase muy bien en la pequeña ciudad austríaca.
Sin embargo la moneda local duró solo un año y no porque no cumpliese su función de dinamizar la economía(que como hemos dicho anteriormente la cumplió de sobras) sino porque el Banco Central de Austria prohibió la circulación de la moneda local de Wörgl ya que según ellos, solo el Banco Central tenia competencias para generar recursos monetarios
Aunque el alcalde y los ciudadanos de Wörgl se opusieron fuertemente a la decisión del Banco Central, se decidió finalmente volver a la moneda corriente y abandonar la moneda local. Meses después, la situación económica local volvió a caer hasta los niveles previos de crisis que tenía antes de la utilización de la moneda local pero Wörgl dio una lección al mundo de que la utilización de una moneda alternativa local era factible y sus resultados muy positivos, especialmente en momentos de estancamiento económico.
Fuente: Historiageneral.com – Ecohabitar.org