Bajo esta curiosa denominación se agrupan una serie de valores que cotizan en la bolsa española y que guardan unas peculiaridades muy bien definidas, que serán convenientes que las conozcas por si en algún momento vas a destinar tus ahorros para invertirlos en alguna de estas compañías. Para empezar, no deberás olvidarte que puedes ganar mucho dinero en ellas, pero los riesgos son mucho mayores, hasta el punto que puedas perder buena parte de tu patrimonio.
Grandes oscilaciones en sus precios
Se trata de un grupo de empresas que son muy volátiles en la cotización de sus precios, con oscilaciones que en una misma sesión bursátil puede alcanzar hasta el 30%, incluso más. Como consecuencia de ello, puedes rentabilizar las operaciones en pocas sesiones bursátiles, incluso en horas.
Habitualmente cotizan por debajo de la unidad de euro. Pero eso no significará que estén baratas, ni mucho menos. Tan solo que su precio de mercado es ese, y que propicia que las operaciones puedan realizarse con leves oscilaciones en sus cotizaciones. Buena parte de sus representantes incluso están cerca de niveles en torno a 0,20 euros.
Valores con poca liquidez en bolsa
Otra de sus características más notables es que se mueven muy pocos títulos en el mercado. Teniendo un gran repercusión en tus operaciones, ya que te encontrarás con muchas más dificultades para entrar y salir de estos valores. Propiciando situaciones muy desaconsejables para tus intereses.
Además, sus precios son más fáciles de manipular por parte de las manos fuertes, es decir, las grandes gestoras. No en vano, con poco dinero puede inclinar sus precios en uno u otro sentido. Ante este escenario, estarás más indefenso, lo que puede hacerte perder una parte muy importante de los ahorros invertidos.
No reparten dividendos entre sus accionistas
Los chicharros, en ningún caso, realizan esta retribución entre los accionistas, pero en cambio son muy propensos a desarrollar ampliaciones de capital con las que solventar sus delicadas cuentas empresariales. Una operación, por otro lado, no bien recibida, ni por los mercados, ni por los inversores.
Para finalmente, ser uno de los objetivos de los especuladores. El motivo es bien sencillo, pueden realizar plusvalías rápidamente, y sin tener que esperar a plazos más elevados. Como contraprestación al riesgo que asumen en sus movimientos. Por encima del presentado por otras compañías que cotizan en la bolsa española.