¿Qué son las participaciones preferentes?
Las participaciones preferentes son un producto financiero en la que una empresa (la mayor parte bancos) emite deuda (participaciones) que es comprada por un inversor (el cliente) a cambio de una serie de condiciones. El Banco está comprometido al dueño de las participaciones a darle una rentabilidad anual o a comprar sus preferentes a precio de mercado en cualquier momento (amortización de preferentes) pero hay que tener en cuenta que las preferentes tienen un carácter perpetuo, es decir, son para toda la vida, por lo que el Banco es libre de pagar ese interés indefinidamente (y no amortizarlas nunca).
Por eso en muchos contratos de preferentes aparecían fechas de amortización ilógicas como el año 2100, 2999, etc. Realmente esto era un formalismo técnico por que las preferentes por definición no tienen “fecha de amortización”.
¿Por qué se llaman preferentes?
Se denominan preferentes porque en caso de quiebra, el banco después de pagar a sus acreedores debe pagar estas participaciones antes que a los accionistas u otros bonistas. Es decir, las participaciones preferentes tienen preferencia a cobrar en caso de quiebra sobre otros accionistas u otro tipo de participaciones. En ningún caso el adjetivo preferente hacía referencia como decían algunos bancos a que daban un interés preferencial o que solo se ofrecían a clientes “preferentes”, todo esto solo era marketing.
¿De qué depende su rentabilidad?
Las participaciones preferentes dan un tipo de interés fijo, un 6%, un 7% etc. El problema está en que ese interés está sujeto a que el banco tenga beneficios. Si el banco tiene beneficios dará ese interés pactado pero si un año obtiene pérdidas, no tendrá que dar ningún interés y la rentabilidad ese año será de un 0%.
¿Se puede vender una participación preferente?
Las participaciones preferentes se pueden vender a cualquier persona pero no con la misma facilidad con las que se compran y venden las acciones. Los bancos cuando vendían estos productos decían que si en cualquier momento el cliente necesitaba liquidez, ellos la compraban, pero realmente lo que hacían era comprársela a un cliente para vendérselo a otro. Además esto ocurría cuando el banco “iba bien” (tenía beneficios). Cuando empezó la crisis, los bancos se negaban a comprar acciones porque sabían que era muy difícil colocar esa participación que no iba a dar intereses a otro cliente.
¿Por qué la gente ha perdido dinero con estos productos?
En primer lugar porque muchos bancos han tenido pérdidas y por tanto no han dejado de dar intereses. Cuando esto ha ocurrido, muchos inversores han intentando vender sus preferentes, pero el precio que les daban por ellas eran mucho menor que el que pagaron cuando la compraron por una sencilla razón: No vale lo mismo una participación de un banco en 2007, cuando daba su 6-7 % de interés y el banco “aparentemente no tenía problemas” que en el año 2012 cuando el interés está suspendido y el banco está teniendo pérdidas. De ahí que muchos inversores al venderlas (o cuando el banco las amortizaba por su valor de mercado) hayan perdido más de un 80% en algunos casos de su inversión.
Fuente: Wikipedia.org