El pago de los intereses de la deuda es uno de los problemas más importantes que están teniendo estados como España, Italia, Grecia o Portugal. En el caso concreto español, 1 de cada 3 euros del gasto público que el estado va a hacer este año se va ir directamente a pagar intereses.
Muchas veces esto provoca que las economías entren en un callejón sin salida, ya que la única manera de poder pagar esos intereses es emitiendo nueva deuda que a su vez genera más intereses y que lastrará todavía más en el futuro la economía del país.
Pero, aunque podemos decir que el endeudamiento de un país depende del propio país, que ha podido en estos últimos años gastar mejor o peor el dinero que se le ha prestado, en el caso europeo hay una figura que si hubiese funcionado de otra manera habría mejorado la situación económica de los países endeudados; el Banco Central Europeo.
Actualmente España está pagando de un 3 a 5 % de interés por endeudarse. España (y cualquier otro estado) pide ese dinero a los bancos, dinero que los bancos sacan del Banco Central Europeo. El negocio está en que el BCE presta dinero a los bancos a un 0,5 % de interés (el tipo de interés oficial) y ellos lo prestan a los estados a un 3,4 o incluso a un 8% como es el caso de Grecia. Dicho de otro modo, se favorece a la banca en contra de los países europeos.
¿Por qué el BCE no presta directamente dinero a los estados al 0,5 %, como hace con los bancos? Según los cálculos de Vicenç Navarro, catedrático de Economía Aplicada en la Universidad de Barcelona, si el BCE hubiera prestado directamente al Estado, la deuda española representaría el 14% del PIB en vez del 90% como representa en la actualidad, y los intereses a pagar al año por esa deuda sería infinitamente menores que lo que se están pagando en la actualidad, no teniendo que recortar en Sanidad o Educación como está ocurriendo ahora.
¿Por qué el BCE no presta a los estados como por ejemplo si hace la Reserva Federal de EEUU? ¿A quién quiere favorecer el Banco Central?
Imagen: TheGuardian.com
2 comentarios
El problema real es que el Banco Central Europeo tiene competencia sobre la emisión de momeda (de ahí que fije el timpo de interés de la Unión), pero en su constitución no tiene competencia para comprar bonos del Estado (de ninguno), ni tampoco supervisa la banca de la Unión (el banco de España supervisa la banca española, el Comité de banca alemán supervisa la banca alemana), el Banco Central Europeo su función practicamente exclusiva es controlar la inflación, (subida general de precios mantenida en el tiempo y en las regiones de la Unión), es decir, un país puede tener una inflación del 6% y si los demás en el mismo periodo la tienen en el 2%, el BCE no se moverá para nada.
La Reserva Federal es como el antiguo Banco de España o el Banco Central Inglés, sus competencias son plenas (emitir base monetaria, control de precios, compra de deuda del Estado, cobrar impuestos, vigilar las competencias bancaria y el nivel de competetividad, así como si forman monopolios, oligopolios o comeptencia perfecta), nosotros al aceptar entrar en el Euro cedimos parte de nuestras competencias, pero hay competencias que cedimos que no están fijadas todavía en ningún organismo oficial.
La pregunta que deberáimos habernos hecho fue ¿qué puede hacer la Unión por nosotros? ¿Y cuánto nos va a costar?
Pues cuando nostros aún creciamos a un ritmo del 3% en el año 2002, Alemania había entrado en recesión al tener 3 trimestres consecutivos decrecimiento en el PIB, y gracias al Euro salió adelante, corrigiendo algunos desequilibrios que luego nostros tendríamos y seguimos teniendo.
Cierto lo que dices. El Banco Central Europeo es controlado en una parte importante por el motor de la economía europea, el estado de Alemania e históricamente este país ha tenido un miedo atroz a la inflación como hablamos en el post “¿Por qué Alemania tiene tanto miedo a la inflación?”:
https://deudaexterna.elcarterista.es/inflacion-alemania/
Este miedo se ha reflejado en la creación del banco central y en su funcionamiento que sólo se centra en el nivel de precios y no en el crecimiento económico como si que hace por ejemplo la Reserva Federal.