Si eres un inversor con muchas operaciones realizadas, con toda seguridad que estarás habituado a lo que es el precio objetivo de las empresas que cotizan en bolsa. No son precios reales, sino estimaciones que dan los brokers o intermediarios financieros para que puedas intuir cuál es su valor aproximado en los mercados financieros. Desde luego que no siempre es el mismo, ya que se revisan con cierta regularidad, incluso con desviaciones muy pronunciadas, y que llamarán la atención desde el primer momento. En cualquier caso,, será muy importante que atiendas a tres claves para entender porque asignan estos calores a las cotizadas.
En función de sus expectativas en las líneas de negocio
En bastantes ocasiones, los precios objetivos no se basan en la actividad real de las empresas, sino en los rendimientos empresariales que pueden conseguir para los próximos años. Desde este escenario, no es un dato muy objetivo para conformar tu opinión, ya que incluso puede despistarte en el momento de formalizar las compras. Aunque se denomine como precio objetivo, la realidad es que no lo es, tal y como podrás comprobar con las recomendaciones de compra que realizan los principales agentes de la renta variable.
Hasta ni pueden alcanzar este precio
En función de los intereses de estos intermediarios en los mercados financieros, se les suele asignar un precio a las empresas que cotizan en bolsa. Pero no siempre se cumplen, y hasta es muy habitual que estén muy lejos con respecto a los niveles que cotizan en la actualidad. Si deseas tomar posiciones en la renta variable, no es necesario que te fijes en estos parámetros de los valores. Será más rentable que utilices otros con mayores garantías en su cumplimiento. Entre los que destacan, sus niveles de soportes, sobrecompra, o incluso la tendencia actual de los mercados bursátiles.
Juegan a favor de los mercados
Si te fijas detenidamente en los precios objetivos que proporcionan a las empresas que cotizan en bolsa, casi nunca actualizan la realidad de las mismas. Siempre varían sus precios cuando se ha producido una circunstancia de gran incidencia sobre su línea de negocio. Desde este escenario, note aportan ningún dato de relevancia, desde luego que no. Hasta el punto que a los pocos días suelen bajar su precio objetivo hasta con un 20% de desviación. Precisamente cuando ya has tomado posiciones en la renta variable.