El Mercado de Corros (o Open Outcry en inglés) es la forma de contratación más antigua han utilizado las bolsas de todo el mundo para comprar y vender acciones. El funcionamiento consistía en que se formaba un corro (de ahí su nombre) cuyo centro se situaba un responsable de la bolsa que iba anotando los distintos precios a los que los Agentes (los que representaban a los accionistas), que se situaban alrededor del corro, compraban y vendían acciones.
Todos los precios que se cerraban de compra y venta (es decir, a los que se llegaba a un acuerdo) era anotados por un empleado de la bolsa que, subido a una larga tarima, anotaba los precios en una gran pizarra.
Los inversores se situaban separados por una barandilla y les daban las órdenes de compra y venta a los Agentes, que como hemos dicho antes, eran los encargados de pactar el precio final.
Cada corro tenía una duración de diez minutos y en él se negociaban valores del mismo sector. Así había corros de empresas de telefonía, corros de empresas de ferrocarriles, corros de bancos etc. En algunos corros los agentes y responsables de bolsa utilizan un lenguaje de signos para facilitar las transacciones. Con gestos expresan desde números, hasta las operaciones o los tipos de productos que se están negociando. En la Bolsa de Nueva York, por ejemplo, se utilizan estos gestos para negociar:
En la actualidad, el Mercado de Corros tiene una presencia bastante testimonial en los mercados, pero todavía sigue funcionando en algunas bolsas. Es el caso de la Bolsa de Nueva York dónde de Lunes a Viernes se desarrollan sesiones de corros de 9:30 a 16:00 horas o la Bolsa de Tokyo, donde a pesar del gran volumen de operaciones que se tramitan en ella, en algunos casos se realizan ciertas transacciones con este sistema.
En el siguiente video se puede ver el Mercado de Corros de la Bolsa de Chicago en el año 2000 para tener una idea de la intensidad que se vive en este tipo de Mercado:
Fuente: New York Times