Cuando una empresa o el estado necesita dinero para continuar su actividad, tiene dos opciones: o bien pide esa falta de dinero a los accionistas( lo que se conoce como ampliación de capital) o pide dinero a una persona o institución ajena a la empresa. Esta última opción que se conoce como un empréstito, y es una forma de financiación muy común en las sociedades. En ella, la sociedad no pide el dinero a una único banco(lo que se sería un préstamo normal y corriente) si no que lo pide a numerosos inversores dividiendo la deuda en pequeñas participaciones.
¿Por qué una empresa decide pedir un empréstito en vez de un préstamo? La mayoría de las veces es porque la cantidad a pedir es muy grande para que un único banco pueda hacerse cargo o bien porque la solvencia de la empresa es limitada y los bancos le niegan un crédito. Es por la primera causa por la que los estados deciden hacer este tipo de operaciones cuando necesita financiación para cubrir sus pagos.
Atendiendo al vencimiento del pago, es decir, cuando la empresa tiene que pagar la deuda, el empréstito se puede llamar de tres maneras. Si el vencimento es inferior a un año, se le denomina pagaré. Si el vencimiento está entre uno y tres años se le denomina bono, y cuando el vencimiento es superior a 5 años se le conoce como obligación. En el caso del estado, al pagaré se le conoce como letra del tesoro.
Por supuesto la rentabilidad será mayor cuando mas sea el plazo de vencimiento. La justificación es que el riesgo es mas alto(es mas difícil saber que va a pasar dentro de 10 años que de 5), y por ello, cuando invertimos en deuda, el interés de una obligación es mayor que el de un bono.
Fuente: Tesoro Público