En el análisis técnico existen dos conceptos que son básicos y que utilizan con mucha frecuencia: los soportes y resistencias.
Gráficamente un soporte es un precio límite en el que parece que la acción nunca baja de ahí. Cuando la acción se acerca al precio del soporte, el precio sube y parece que nunca llega a bajar más que ese precio.La resistencia por su parte funciona justo al revés. Es una especie de techo donde la acción parece que no puede superar. Cuando la acción se acerca a ese techo, el precio vuelve hacia atrás sin poder superarlo:
Tanto el soporte como la resistencia son dos componentes con mucho componente psicológico. Generalmente se tratan de números redondos o con terminaciones acabadas en 0 o en 5 y coinciden siempre con precios donde hay muchos inversores atrapados.
Una regla de oro en cuanto al análisis de ambos conceptos es que cuando un soporte es atravesado a la baja, éste se convierte en resistencia y cuando una resistencia es cruzada al alza, éste se convierte en soporte.
Un error muy común en la gente que empieza a estudiar los soportes y las resistencias es confundir un cambio de tendencia con un pull back. Muchas veces, se puede atravesar un soporte y pensar que estamos en un cambio de tendencia pero a lo mejor días siguientes el precio vuelve a su nivel anterior y ya no atraviesa más ese soporte. Esto es lo que se conoce como pull back o vuelta atrás.
Cuando se atraviesa el soporte y como hemos dicho antes, días después la acción no puede volver a su precio anterior y por tanto el soporte actúa ahora de resistencia se confirma la ruptura y por tanto la acción entra en un periodo de ventas donde su precio comenzará a caer. Todo lo explicado ocurre de igual modo cuando lo que se rompe es una resistencia y ésta se convierte en soporte.
El quid de la cuestión es saber a partir de que porcentaje consideramos que se ha roto un soporte o resistencia. Algunos expertos considerar que se rompe cuando se atraviesa un 3% el nivel de soporte/resistencia aunque en la práctica no hay una regla fija y hay que tener en cuenta muchos otros factores para saber exactamente cuando se rompe.