El mercado de renta variable está repleto de productos altamente peligrosos, que sin lugar a dudas, pueden darte más de un disgusto en tu etapa inversora. Warrants, derivados, ventas a crédito son algunos de ellos, y de los que tienes que tener especial cuidado en su contratación y seguimiento. Las ganancias que puedes obtener son enormes, más que a través de los productos para la inversión más tradicionales. Pero a cambio los riesgos se incrementan notablemente, hasta el punto que puedes perder una parte muy importante de tu patrimonio.
Para evitar que caigas en los escenarios más desfavorables para tus intereses, no te quedará más remedio que comprender cuales son los riesgos que puedes asumir con estos modelos de renta variable, y como contenerlos. Para que de una vez por todas sepas cual es el producto financiero que están contratando, y no te equivoques en la elección. A partir de ahora ya no podrás aducir desconocimiento en las operaciones de estos formatos.
Presentan mayor volatilidad en la inversión
Estos productos que te hemos mencionado generan unas diferencias en sus precios más elevadas, que hacen que en pocos minutos puedas obtener una importante plusvalía. O por el contrario, se hayan evaporado parte de tus ahorros. Si va a invertir en estos modelos de inversión tan agresivos nunca lo hagas con todos tus ahorros, sino con tan solo una parte mínima de los mismos. Será la estrategia más correcta para minimizar sus efectos, y proteger el patrimonio.
Necesitan de una amplia cultura financiera
No están destinados para todos los perfiles de inversores, ni mucho menos. No en vano, necesitarán de un conocimiento profundo de cómo es su funcionamiento. No siempre son fáciles de comprender, y exigirán una adaptación a los mismos, si deseas contratarlos a partir de estos momentos. Si no es así, mejor será que desistas, y sigas con las inversiones de siempre: compra y venta de acciones, fondos de inversión, etc.
Implican operaciones muy rápidas
Tendrás que dedicar mucho tiempo al seguimiento de estos productos. Ya que generalmente exigen una respuesta a cada movimiento que generan en los mercados financieros. Y puede que no estés en las condiciones necesarias como para dedicar unas cuantas horas al día a estos productos eminentemente agresivos. Cualquier desfase puede dejarte muchos euros por el camino. Y no será cuestión de ir tirando el dinero alegremente.