Si eres un inversor con muchos años de experiencia no te deberá ser ajeno lo que es una ampliación de capital. No en vano, se trata de una estrategia a la que han recurrido muchas empresas que cotizan en la renta variable. No solamente de pequeña capitalización como probablemente puedas creer inicialmente. Sino también procedentes del índice selectivo de la bolsa nacional, el Ibex 35.
Pues bien, básicamente se trata de una operación financiera por la cual estas empresas recurren para obtener la financiación necesaria para impulsar sus inversiones. Aunque durante los últimos años tampoco han faltado los casos que han utilizado a este movimiento corporativo para tratar que la línea de negocio no quebrase. En cualquier caso, es una operación que te implica directamente como accionista que eres de la compañía. Hasta el punto que te obligará a tomar una decisión sobre lo que tienes que hacer ante esta situación que se te presenta.
Ampliación de capital: ¿cómo te afecta?
Desde el mismo momento en que se anuncia este hecho noticiable, el efecto que puede producirte se manifiesta bajo diferentes procedimientos. Uno de ellos, con la emisión de nuevas acciones a las que puedes acceder en función de las condiciones de la ampliación. Puede ser gratuita, en cuyo caso será mucho más ventajosa para tus intereses. En especial porque no tendrás que realizar ningún desembolso monetario y además conseguirás elevar tus posiciones en la compañía. Otra forma en la que se desarrollan estas emisiones es a través del pago de un precio por las nuevas acciones. Pero contará con un importante descuento con los precios originales. En uno u otro caso, tendrás que analizar la emisión para comprobar si realmente te merece la pena acudir a ellas.
Bajada en el precio de cotización
En cualquier caso, cuando se produce una ampliación de capital va acompañado por un importante y proporcional descenso en el precio de las acciones. No en vano, estas se diluyen, como una de sus principales características. A corto plazo generalmente no es una operación muy beneficiosa para tus intereses como pequeño inversor. Sino más bien todo lo contrario. Es precisamente en los movimientos a medio y largo plazo en donde puedes sacar más provecho de estos movimientos. Que con cierta frecuencia realizan las empresas que cotizan en los mercados de renta variable. Normalmente, con el paso de varios meses suelen recuperar el precio de cotización original.