Probablemente tengas invertidos tus ahorros en fondos de inversión, pero desconozcas en qué consisten los fondos inversos. Te merecerá la pena saberlo, ya que puede que tengas que echar mano de estos modelos tan especiales en algún momento de tu vida. Pues bien, los fondos inversos son un producto financieros que replica la tendencia contraria de un índice bursátil. Pueden ser nacionales o internacionales, en función de la composición de su gestión.
Sirven para aprovecharse de la tendencia bajista de los mercados financieros. Porque en efecto, a medida que más desciendan en sus posiciones los beneficios que obtendrás serán mucho más amplios. Su confección se basa para que sean contratados en los escenarios más recesivos de la renta variable. En cambio, si la bolsa sube mucho, no tendrás más remedio que asumir grandes pérdidas en tus posiciones, por encima de la generada por otros fondos. Pero, ¿realmente que es lo que te aportan estos fondos?
Fondos inversos: incrementar los rendimientos
Esta clase de productos destinados para la inversión se caracteriza porque son mucho más cuantiosos los rendimientos que puedes obtener de su contratación. Claro está, siempre que los mercados de renta variable bajen en sus posiciones. Y hasta unos niveles más agudizados que en otros fondos de inversión más convencionales. En pocas sesiones bursátiles puedes alcanzar un interés del 5% sobre el importe invertido.
Se concentran en índices bursátiles
Para tomar posiciones en estos formatos no hará falta que te decantes por la tendencia bajista de un valor en concreto, tal y como sucede con otros productos (ventas a crédito, warrants, derivados, etc.). Sino que por el contrario, lo harás a través de un índice bursátil de especial relevancia. Puede ser el Ibex 34, CAC 40, o incluso el Dow Jones. Todos están abiertos a que abras las posiciones a través de los fondos inversos.
Tomar posiciones en escenarios desfavorables
Ni que decir tiene que son los fondos más aconsejables, y también rentables, para formalizarlos en los escenarios más recesivos de las bolsas. Para conseguir plusvalías no hará falta que los precios se revaloricen, sino todo lo contrario, que pierdan posiciones y cuantas más mejor para tus intereses como pequeño inversor. Y sin ningún incremento en las comisiones u otros gastos en su gestión o mantenimiento. Solamente te hará falta que la tendencia bajista te acompañe, nada más.