Muchas de las figuras que presentan los valores de renta variable se configuran bajo denominaciones muy curiosas, como en este caso. Porque el suelo durmiente es una invitación para realizar compras selectivas, aunque bajo unas características muy bien definidas. Porque en efecto, esta figura que no es muy habitual entre los activos financieros se presenta en los escenarios bajistas. Aparece en el momento en que, tras una caída muy fuerte en su cotización, llega a los niveles más bajos. Se genera en estos momentos una cierta estabilidad en sus posiciones y que es lo que da nombre a esta curiosa figura bursátil.
Suelo durmiente: proceso de recuperación
Llegados a estos niveles, está figura te marca una señal sobre los próximos movimientos que va a generar el activo financieros afectado. No es otro que una recuperación en sus precios. Pero de forma muy lenta, hasta el punto que en más de un momento puede llegar a desesperarte. Incluso a pensar que no se ha producido ninguna clase de recuperación en sus precios. Un pequeño truco para detectar este singular movimiento consiste en que compruebes su volumen de negociación. Si ves que va creciendo poco a poco, tendrás un alto porcentaje de posibilidades de que estás ante el suelo durmiente.
Con correcciones puntuales
Otra de las aportaciones de este movimiento en la renta variable reside en el hecho que es muy normal que durante este proceso se produzcan pequeñas correcciones en su precio. Puede despistarte en alguno de los casos, pero es una de sus principales señas de identidad. De cualquier forma, será una de las claves para saber que estás ante un cambio de tendencia. No violento como en otras figuras, sino muy suave y silencioso.
La volatilidad en sus precios es otra de sus peculiaridades, ya que en una misma sesión bursátil suele presentar muchas diferencia entre su precio máximo y mínimo. Con porcentajes que perfectamente pueden superar el nivel del 3%. Pero que tarde o temprano terminarán por estabilizarse. En cualquier caso, es necesario que tengas presente que es un movimiento muy errático y que puede provocarte confusión en su conocimiento. Solamente con una alta experiencia en las operaciones en renta variable dispondrás de los mecanismos suficientes para su identificación. No será extraño, por tanto, que hasta puedas confundir el suelo durmiente con otros movimientos de similares características. Aunque siempre su resolución es al alza, pero de una manera muy cansina por su poca intensidad.