El triple techo es una figura que no muchas veces te encontrarás en los gráficos de un valor, sector, índice o activo financiero. Pero cuando lo detectes, deberás saber que tiene un componente alcista como pocas veces hayas visto en los mercados financieros. Se trata de una variante más avanzada del doble techo. Pero con algunas sustanciales diferencias que deberás tener en cuenta a partir de estos momentos. En especial, en lo que se refiere a la confusión con otras figuras. Como por ejemplo, con la típica figura de cabeza hombro. Se diferencia de esta por tener unos picos mucho más espaciados. Con espacios más pronunciados. Puedes comprobarlos a través de los gráficos y con mucho más detalle en sus líneas de cotización desde su formación.
Siempre es alcista el triple techo
Si por algo se caracteriza esta figura tan especial es porque va a acompañada de un importante incremento en el volumen de contratación. Ambos factores inciden en que los precios suban verticalmente en su cotización en la bolsa. Con un potencial de revalorización muy notable. Hasta unos niveles que no pueden ser previstos, pero que son de especial relevancia. Cuando ocurra este escenario, no te quedará más remedio que abrir posiciones en los valores afectados. Para que de esta manera, estés en condiciones de aprovecharte de la tendencia alcista que va a generarse durante las próximas sesiones bursátiles. No tiene una duración definida, puedes ser varios días o semanas.
Su configuración en los gráficos
De todas formas, el triple techo es más difícil de interpretar que otras figuras más sencillas. No en vano, necesitas de una mayor preparación técnica para llegar a esta conclusión. También tu mayor aprendizaje será un elemento añadido para hacer la interpretación perfecta desde su aparición. Esta figura se confirma en el momento en que la curva de cotización el pico más alto de este proceso en la configuración de los precios.