El Banco Central Europeo tiene la función en Europa de ejecutar la Política Monetaria. Este organismo, creado en el año 1999 y cuya sede está en Frankfurt está influida y controlada muy directamente por el país que mayor peso tiene en la Unión Europea, Alemania. El ejemplo más claro de esta influencia es que la única función que tiene el Banco Central según el tratado de la Unión Europea es la estabilidad de precios, es decir, lograr que los precios suban en torno al 2% al año, y evitando a toda costa que suba más de ese porcentaje.
Si analizamos los objetivos que tiene la Reserva Federal, el equivalente al Banco Central Europeo en Estados Unidos, vemos como sus objetivos junto a la estabilidad de precios es el pleno empleo y el crecimiento económico. ¿Por qué al Banco Central Europeo solo le interesa la estabilidad de precios y no le preocupa el pleno empleo o el crecimiento como a la reserva federal?
Pues por la obsesión histórica del país dominante de la Unión Europea, Alemania de controlar la inflación. Entre la primera y la segunda guerra mundial, entre 1921 y 1923, Alemania padeció uno de los casos de hiperinflación más importantes de la historia. Alemania tuvo en el año 1923 una inflación del 1.000.000.000.000%. En 1921 con 33o marcos se compraba un dólar estadounidense, pero dos años más tarde, en Julio de 1923 para comprar un dólar se necesitaban un millón de marcos.
Las consecuencias para la economía alemana fueron desastrosas. La mayor parte de la clase media perdió el valor de sus ahorros ya que al tenerlos guardados en depósitos bancarios, en cuanto sacaban el dinero no podían comprar casi nada porque los precios subían con mucha rapidez. Todo ello generó un clima de descontento social que aprovecho Adolf Hitler para alzarse al poder e instaurar el Nazismo en Alemania, con las consecuencias que todos sabemos.
Por ello, Alemania tiene un miedo atroz a una alta inflación. El fantasma de los años 20 sigue presente y ello está reflejado en los objetivos del Banco Central, que como hemos dicho antes, solo tienen en cuenta la estabilidad económica como política monetaria en la Unión Europea.
Fuente: Banco Central Europeo