A comienzos de los años 70 la familia Hunt era una de las familias más ricas del estado de Texas. El origen de su riqueza era la extracción de petróleo pero en esa época la economía en general no pasaba por su mejor momento. La crisis del petróleo originó un periodo de estanflación, es decir, una situación en la que el crecimiento de la economía era nulo pero la inflación (la subida de precios) era alta.
Para evitar empobrecerse por esa alta inflación los hermanos Hunt decidieron invertir parte de su dinero. En aquella época estaba prohibido la venta de oro para particulares por lo que el metal de inversión por excelencia era la plata.
Para cubrir su patrimonio, la familia Hunt empezó a comprar grandes cantidades de plata. A los pocos años llegaron acumular más de 200 millones de onzas de plata, lo que equivalía a la mitad de onzas de plata que había en el mundo.
Toda esta vorágine compradora de los Hunt tuvo un inmediato efecto en el precio de la plata. A principios de los 70 el precio de la onza estaba en 2 dólares y a finales del 1978 el precio de la onza había subido a más de 5 dólares.
A partir de ese año el mercado de la plata se volvió loco. Miles de inversores de todo el mundo al ver como subía el precio del metal precioso(cuya causa como hemos dicho era las compras de la familia Hunt) se lanzaron a especular. En 1980 la plata llegó a su máximo, 54 dólares por onza lo que convertía a la familia Hunt en una de las fortunas más grandes del planeta.
Debido a la subida de precio la producción de plata empezó a aumentar, llegando a duplicarse. Esto, junto a la intervención del mercado por parte de la Reserva Federal ante indicios de “manipulación del mercado” originó que el 27 de marzo de 1980 la cotización cayese de los 22 dólares (en esas fechas ya en la mitad de los máximos de 54 dólares) hasta los 10 dólares.
Los hermanos Hunt y la mitad del mercado se arruinó y muchos inversores entraron en bancarrota. Años más tarde los hermanos Hunt fueron acusados y juzgados por manipulación bursátil.
Nunca podremos saber si los Hunt manipularon deliberadamente el mercado o simplemente excedieron tanto sus inversores que llegaron a controlar casi toda la plata del mundo. Sea lo que fuera, lo cierto es que años más tarde la familia Hunt fue juzgada y condenada por manipulación de los mercados en 1988.