Prácticamente casi nadie en su vida ha estado limpio de haber contratado un crédito. De cualquier naturaleza: personal, para el consumo, hipotecario, etc. Pero el principal problema muchas veces viene generado, no por los tipos de interés que aplican las entidades bancarias, sino por el contrario, por las comisiones y otros gastos añadidos que conlleva su formalización. Podrán encarecerte la operación por encima de lo presupuestado inicialmente, y hasta el punto que incluso no te permita asumir sus cuotas todos los meses.
Contrátalos sin intereses
Para evitarte cualquier clase de sorpresas, es realmente conveniente que ante de firmar el contrato leas detenidamente el contrato, incluida su letra pequeña. Solamente así conseguirás minimizar los efectos que te supondrá la devolución de la línea de crédito contratada. Y pagar la menor cantidad de dinero posible. Para conseguir estos anhelados objetivos, deberán elegir entre los modelos de financiación que estén comercializados sin ninguna clase de comisiones: estudio, apertura, cancelación anticipada, etc. Y que te pueden suponer hasta un 3% adicional sobre el importe demandado.
Con reducción en los tipos de interés
Otro factor para reducir gastos consiste en buscar los créditos con los tipos de interés más competitivos del mercado, formalizándolos al 8% o 7% si es posible. Y hasta utilizando ciertas estrategias para reducirlos, especialmente a través de una mayor vinculación con la entidad, contratando más productos bancarios (planes de pensión, fondos de inversión, seguros, etc.). Si es así, pagarás casi dos puntos porcentuales menos cada vez que firmes la operación con el banco.
La domiciliación de la nómina también lleva recompensa cada vez que suscribas un préstamo personal, ya que los porcentajes de sus tipos de interés son más reducidos. No es que sea una cantidad excesiva, pero al menos te ayudará a pagar menos dinero todos los meses, y de esta manera contendrás los gastos.
Con plazos de amortización más breves
No puede faltar como estrategia decantarte por los créditos con plazos de amortización más cortos. Seguramente tengas que asumir cuotas mensuales más exigentes. Pero a cambio cerrarás la operación con mayor prontitud, y como consecuencia de ello, el ahorro será también más interesante para tus intereses personales. Y sin el peligro de convivir durante muchos años con un nivel de endeudamiento excesivamente peligrosos para tus cuentas de ahorro.