Los créditos es uno de los productos bancarios más demandado por los usuarios. ¿Quién no ha solicitado alguna vez una línea de financiación para reformar su piso, pasar las vacaciones, o sencillamente afrontar los gastos no previstos? Pero a su vez, es de los que más gastos conllevan en su contratación. Por un lado, con la incorporación de un tipos de interés por encima del 7%. Y por otra parte, por las posibles comisiones (estudio, apertura, cancelación anticipada, etc.) que llevan aparejados algunos modelos.
No obstante, a través de una estrategia debidamente planificada podrás reducir algunos de estos gastos desde el principio. No de forma muy llamativa, pero sí que al menos para ahorrarte algunos euros en su concesión. Solamente deberás cumplir con una serie de requisitos, que por otra parte, no serán muy difíciles de acatar. ¿Quieres saber cómo conseguirlo?
Vinculándote más con el banco
El camino más seguro para lograr una rebaja en el tipo de interés de los principales créditos se basa en una mayor fidelización con tu entidad bancaria de siempre. Desde este escenario, la primera estrategia radica en domiciliar la nómina, para que de esta forma, el pago por los intereses generado se reduzca en torno a un punto porcentual con respecto a las tarifas originales. Y además, exentos de toda clase de comisiones y otros gastos en su gestión.
No es la única fórmula para conseguir tus objetivos. Ya que a través de la contratación de otros productos bancarios (planes de pensión, fondos de inversión, seguros, etc.) lograrás que proporcionalmente los intereses se reduzcan, y hasta alcanzar un máximo del 2% en la rebaja de tipos.
Siendo un buen cliente
Quizás no los sepas, pero los mejores clientes de la entidad tienen acceso a los denominados clientes preferenciales. Son una línea de crédito que disponen permanentemente estos usuarios, y que están comercializadas bajo unas condiciones de suscripción más favorables para tu rendimiento personal. No en vano, ofrecen un interés sensiblemente más bajo, sin que conlleven otros gastos adicionales que encarezcan finalmente la demanda de tu crédito.
Además, no necesitarás que te lo aprueben, sino que ya los tienes concedidos de antemano solamente por poseer un buen historial bancario, y no estar en posición deudora frente al banco. Y que como consecuencia de esta característica, podrás utilizarlo en cualquier momento, y de forma inmediata.